Diseño de la imagen para una línea de vinos de Toro.
Concebidos y diseñados para su exportación en países del norte de Europa
Un vino para el mercado nórdico. Las tres nornas, responsables de los distintos períodos del tiempo en la mitología nórdica. Urd, (“lo que ha ocurrido”, el destino), Verðandi (o Verdandi, “lo que ocurre ahora”) y Skuld (lo que debería suceder, o es necesario que ocurra).
Cada cultura tiene unas características, gustos y hábitos. Por ello cuando exportamos un vino o producto debemos repensarlo y adaptarlo al nuevo mercado, buscando un equilibrio entre lo que el producto representa, lo que el cliente espera del producto, sus gustos e intereses y la sorpresa e innovación que este tiene que producir.
Estampados metalizados
Los acabados metalizados son un recurso muy utilizado en el diseño de etiquetas de vino. Actualmente contamos con una variedad muy amplia de colores, luminosidades, contrastes… El efecto de éstos supone un gran atractivo que nos permite que su etiqueta destaque sobre el resto y para ser la elegida entre el resto de la competencia.
En este caso, sólo hemos utilizado un estampado dorado en el caso del crianza, ayudando al consumidor a entender la jerarquía dentro de la línea de vinos. El vino superior tiene que aparentar serlo.
El papel
Otro de los elementos a valorar cuando realizamos el diseño y creación de la etiqueta para un vino es el papel que utilizamos. Actualmente disponemos de una gran variedad. Papeles con diferentes texturas, materiales y colores nos ayudan a diseñar una etiqueta con carácter propio y con las características necesarias para el tipo de producto. En el caso de espumosos o blancos debemos utilizar papeles plastificados resistentes a la humedad que permiten poner las botellas en la cubitera sin que la etiqueta sufra deterioro.
En este caso se han utilizado papeles diferentes para cada vino. En el caso del Roble se ha utilizado un papel con textura metalizada evocando al trabajo del metal de las culturas nórdicas en los tiempos de las Valquirias. Para vino el blanco se propuso un papel impermeable con un acabado mate dejando el protagonismo a la ilustración. Y finalmente, en el caso del crianza la propuesta es de un papel con una textura marcada, las fibras del papel nos evocan a un papel mas rudo y natural, un papel que pide tocarlo y tener otra experiencia, el tacto, un sentido más para emocionar al consumidor.
También fue diseñado un «bag in box» que finalmente no vio la luz. Pretendía ser una versión más económica del producto para su venta en el mercado de gran consumo de algunos países previamente seleccionados.
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